La capacidad comunicativa del color
Desde que somos pequeños, acostumbrarnos a identificarnos con un color
determinado. Y de forma casi inconsciente ese tono es el que tienen los objetos
que más interés nos despiertan. Esta tendencia que, aparentemente, es inconsciente
estará presente en todos los actos de decisión de color de nuestra vida.
Cada color posee matices que los convierten en objetos, vivencias y
sensaciones que hacen que cada uno de nosotros, sin saberlo, tengamos una
memoria personal de los colores, y las variantes cromáticas que los definen.
Por eso, cada color nos permite identificar muchos rasgos de nuestra
personalidad y, al mismo tiempo, poner de manifiesto nuestras propias
inquietudes. A lo largo de nuestra trayectoria vital, el tono se suavizará, se
matizará, se modificará, pero la gama forma parte de nuestra enciclopedia personal
y es uno de los elementos identitarios de cada individuo.
Como elemento de comunicación no verbal que es, el color permite
identificar culturas, estados de ánimo o circunstancias socioculturales de las
distintas comunidades. De esta forma, los paÃses situados en el hemisferio sur
acostumbran a tener una predilección por las tonalidades más brillantes y
fuertes, mientras que los paÃses del norte prefieren los tonos más suaves. La
climatologÃa, igual que influye en los modos de vida, está presente también en
el color con el que se definen las
diferentes sociedades.
El color, además, tiene atribuidas unas propiedades que se transforman en
efectos sobre las personas. Por esta razón, nunca pintarÃamos un hospital de
color rojo, ni un local de ocio nocturno de blanco. En este sentido, el color
se convierte en un elemento clave para el diseño de interiores y también para
los productos de consumo que aparecen en
el mercado.
Las sensaciones que provoca en el
individuo cada color hace que a cada tono se le atribuyan unas propiedades
diferentes. De esta manera surge la cromoterapia, como disciplina que intenta
beneficiar el estado de ánimo de las personas a partir de las propiedades de
los mismos colores.
El color rojo, por ejemplo, es el
color que identifica el fuego. Su intensidad está relacionada con la pasión, la
agresividad y la valentÃa. Se trata de un tono propio de las personas
apasionadas, muy seguras de sà mismas y que para nada pasan desapercibidas.
También es el color más usado para las prendas de ropa y los productos de
belleza, como esmalte de uñas o pintalabios, en épocas de crisis por tratarse
de un color alegre y pasional. Las comunidades que tienen dificultades
económicas, institucionales o estructurales acostumbran a teñirse de rojo o de
tonos fuertes como reacción ante el pesimismo social.
Otro de los tonos más importantes, el azul es un color relajante e incluso frÃo. Se caracteriza por ser una tonalidad propia de aquellas personas que tienen un temperamento calmado, son celebrares y buscan la perfección en todo lo que les rodea.
El azul también es el color de la armonÃa, de la tranquilidad y de la protección. Este invierno, el color azul Klein es uno de los tonos de moda. En el momento en el que nos encontramos, con una tormenta polÃtica, económica y social compleja, este tono se emplea en sentido positivo para buscar la calma del individuo y de la propia Sociedad.
Otro de los tonos más importantes, el azul es un color relajante e incluso frÃo. Se caracteriza por ser una tonalidad propia de aquellas personas que tienen un temperamento calmado, son celebrares y buscan la perfección en todo lo que les rodea.
El azul también es el color de la armonÃa, de la tranquilidad y de la protección. Este invierno, el color azul Klein es uno de los tonos de moda. En el momento en el que nos encontramos, con una tormenta polÃtica, económica y social compleja, este tono se emplea en sentido positivo para buscar la calma del individuo y de la propia Sociedad.
El verde, declarado por Pantone como el color oficial del año 2013, es el
tono de la esperanza, de la naturaleza y de la calma. Se trata de una
tonalidad que define a las personas optimistas y con un alto grado de
compromiso con el entorno en el que se ubican. En estos momentos, el color
verde en todas sus gamas impregna buena parte de los escaparates de nuestras
ciudades y ocupa un lugar destacado en muchos guardarropas. Si pintas tu habitación de verde, independientemente
de “ir a la moda”, harás de tu espacio
un lugar de calma y serenidad en el que poder concentrarte, estudiar y
reflexionar.
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