viernes, 21 de septiembre de 2012


 

Artículo publicado en "Cosas de motor"(cosasdemotor.es)

 

¿Qué Color Elegir para el Coche?

Una vez tomada la difícil decisión de escoger qué modelo de coche comprar aún queda otro dilema que muchas veces nos trae de cabeza: ¿qué color elegir? Hoy vamos a tratar de ayudaros a resolverlo exponiendo algunos factores que hay que tener muy en cuenta, como las características asociadas a cada tono o la influencia que estos pueden tener sobre nuestra seguridad.



Empecemos hablando, pues, de la visión que se tiene de cada color. Pese a que se trata de una impresión muy objetiva, por lo general hay ciertas características o valores que se asocian de manera inconsciente a cada tonalidad. Así, por ejemplo, el color blanco se equipararía con la alegría, mientras que el negro y otros colores oscuros se suelen ver como un símbolo de status o poder. Ese es el motivo por el que, comúnmente, las berlinas y coches grandes de alta gama suelen emplear estos tonos. El azul y el rojo, por su parte, transmiten un elevado grado de energía y dinamismo, siendo dos de los colores más frecuentes entre los jóvenes. Por último, el gris suele asociarse con la elegancia y la distinción, así como con la modernidad. En todos los casos el uso de pintura metalizada en lugar de mate implicaría cierto grado de optimismo.
Pero quizás la consecuencia más importante que ésta elección pueda tener sobre nosotros sea la que afecte a la seguridad del vehículo. Según un estudio de la Universidad de Auckland los coches de color marrón, negro y verde son, por este orden, los que presentan una mayor predisposición a sufrir accidentes.
 
 Por el contrario, los coches de color gris brillante son los que tienen una menor probabilidad de estar involucrados en accidentes de circulación. Tal sería la importancia que se estima el uso de un tono plateado puede suponer una reducción del 50% en la posibilidad de vernos implicados en comparación con los vehículos blancos, azules o rojos.
Aunque pueda parecer algo aleatorio o casual, éste hecho tiene una explicación muy sencilla: por lo general, a mayor visibilidad del vehículo, menor probabilidad de sufrir un accidente.

Tampoco hay que olvidar que el precio del vehículo puede variar en función del color escogido. Aunque a veces vaya incluido en el tipo de acabado escogido, en muchas ocasiones la elección de una pintura metalizada puede suponer un aumento del precio final del coche, que suele rondar entre los 250€ y los 500€.
Asimismo cabe destacar que, pese a la creencia popular, no es común que los seguros de coche cobren pólizas diferentes en función del color elegido para el vehículo. De todas formas sería conveniente consultar con nuestra empresa aseguradora sobre su política al respecto antes de decantarnos definitivamente por una tonalidad u otra.
Otro factor que puede influir sobre la elección del color es el de la originalidad: a mucha gente no le gusta comprarse un coche y descubrir que cada dos por tres se va a encontrar con uno exactamente igual al suyo. Por ejemplo, ¿quién no ha visto alguna vez un Citroën C3 color azul lacia metalizado?
Para evitar esa situación lo mejor es fijarse bien en los coches de nuestro modelo que veamos por la calle, observando cuáles son los colores más comunes. Otra buena idea es preguntar en el propio concesionario, donde podrán informarnos de la frecuencia aproximada con que se pide cada color.
En rasgos generales, éstos son los colores más comunes en función del tipo de vehículo:
  • En los coches pequeños y compactos suelen utilizarse colores vivos.
  • Para los vehículos de mayor tamaño, por el contrario, se prefieren los colores oscuros, generalmente con pintura metalizada.
  • Los coches de alta gama y deportivos tienden a ser elegidos con colores muy llamativos.
También es importante pensar en el día a día y el uso que le vayamos a dar a nuestro vehículo. Por ejemplo, los coches grises y oscuros tienen la ventaja de disimular mejor las posibles manchas que sufran, mientras que en los blancos éstas serán mucho más visibles. Pero, por el contrario, los coches de tono claro tienden a reflejar mejor los rayos solares, por lo que en verano serán más frescos y se calentarán más lentamente que los oscuros.
Como veis hay muchos aspectos a tener en cuenta, por lo que es conveniente sopesar todos ellos antes de decantarnos finalmente por un determinado color. Así que ya sabéis: visto lo visto, la decisión está en vuestras manos.

 

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