Es
el título de la propuesta de Color que ESDiColor_LAB presenta para la temporada
otoño/invierno 2017/2018. En esta ocasión, basamos nuestro estudio en la
necesidad intrínseca que tiene el individuo de vivir experiencias nuevas que le
permitan salir de la rutina y generen nuevas sinergias. Después de una
situación de crisis económica y social como la vivida en España en los últimos
cinco años, y ahora que nos recuperamos como país, las personas necesitan
invertir en actividades lúdicas. El ocio y la ruptura con lo cotidiano
proporcionan al individuo una sensación
de libertad y una frescura que hasta ese momento ha estado encorsetada
por las restricciones económicas. Esta tendencia surge de esta necesidad de
renovación e intercambio, de vivencia y experiencia.
A
partir de este concepto surgen cuatro cartas de color dedicadas cada una de
ellas a cuatro sensaciones que representan lo que nosotros denominamos
Experiencias extrapolables:
No burocracia: Se
trata de la paleta de color creada para representar lo que supone la liberación
de lo cotidiano, de aquello que se convierte en rutina y se transforma en
caótico y reiterativo… El poder y la jerarquía que representan el trabajo, la
costumbre y que causa irritación y enfado.
Esta carta contempla tonalidades neutras y apagadas entre las que cobra
relevancia los colores blancos y negros, acompañados de matices cálidos.
Lo extraño:
Aquello que es poco habitual nos proporciona una sensación de misterio que
puede llegar a ser placentero en nuestra búsqueda de lo novedoso, de lo intenso
y lo hipnótico. Las experiencias vividas desde lo inusual que se convierten en
algo emotivo y frío al mismo tiempo… En aquello que es abstracto, pero deseado.
En esta carta predominan los colores azules con notas de tonalidades rojizas,
mezcladas, a la vez, con colores más saturados y menos luminosos.
Alto riesgo:
Todo aquello que supone una ruptura con la burocracia de la cotidiano, implica
asumir un riesgo que se transforma en un juego divertido y evocador, en algo
lúdico e inusual, capaz de conducirnos a realizar cosas imposibles. La ironía
habitual puede convertirse en nuestro motor para poder vivir nuevas
experiencias en las que predomine la búsqueda del equilibrio entre lo frágil y
lo riguroso. En esta carta hemos apostado por los tonos saturados, entre los
que encontramos combinaciones arriesgadas de color, con tonos azules, verdes y
morados que rompen con la dicotomía habitual de nuestras propuestas.
El intercambio de
experiencias: La ruptura de lo rutinario implica un
intercambio vital que nos debe conducir a comunicar emociones y sensaciones, a
compartir los momentos extravagantes e inusuales con quienes forman parte de
nuestra práctica cotidiana. Esta retroalimentación vital debe ser sutil y
provocadora; evocadora y al mismo tiempo un signo de identidad individual. Se trata de una carta más engamada que las
anteriores en las que prevalece el contraste cromático de verdes y rojos, con
la presencia de algún marrón, y en la que el blanco sigue teniendo una
presencia esencial.